sábado, 6 de marzo de 2010

La NASA difunde imágenes del choque de un iceberg con la Antártida





La colisión causó el desprendimiento de un trozo de la porción flotante del glaciar.








La NASA difundió hoy una imagen del choque de un iceberg de una superficie de casi 4.545 kilómetros cuadrados con el borde del glaciar Mertz en el este de la Antártida, que desprendió otro iceberg de tamaño casi igual.

La agencia colocó en su página de internet una fotografía tomada el 20 de febrero y que es parte de una serie de imágenes capturadas desde el satélite Aqua. (La imagen puede verse en: www.nasa.gov/multimedia/imagegallery/image_feature_1608.html)


La agencia indicó que el iceberg oblongo, denominado B-09B, y que aparece en el centro y a la derecha de la imagen, chocó con el Glaciar Mertz, ubicado a una latitud 67 Sur, longitud 145 Este, unos 3.800 kilómetros al sur de Melbourne, Australia.

La colisión causó el desprendimiento de un trozo de la porción flotante del glaciar, creada a medida que el hielo desciende de la Antártida hacia el mar.
"Las lenguas de glaciar crecen cada año más largas hasta que, eventualmente, se desprenden dando origen a un nuevo iceberg", explicó la NASA.

La separación, que ocurrió el 12 o 13 de febrero a lo largo de dos líneas de rotura en lados opuestos de la lengua del glaciar, desprendió un iceberg de unos 78 kilómetros de largo y entre 33 y 39 kilómetros de ancho, que penetraba unos 100 kilómetros en el Océano del Sur.

La NASA añadió que, según el glaciólogo australiano Neal Young, un acontecimiento como el desprendimiento de febrero ocurre sólo cada 50 a 100 años.

Dado que la lengua del glaciar avanza a un kilómetro por año este nuevo iceberg representa casi 70 años de movimiento glacial. En dos semanas desde su desprendimiento el nuevo iceberg ha rotado hacia el punto de impacto del B-09B y se encuentra paralelo con la costa.


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domingo, 3 de enero de 2010

Cómo hacer rentable el Amazonas






Si las cuentas de Martín von Hildebrand, director de la Fundación Gaia, son correctas, el país podría llegar a recibir hasta 150 millones de dólares anuales por su conservación.

Una de las propuestas es triplicar el área que corresponde al Parque del Chiribiquete.

Hace unas pocas semanas, Martín von Hildebrand sobrevoló en una avioneta una amplia área del Amazonas colombiano. Lo acompañaban el ministro de ambiente Carlos Costa y algunos otros altos funcionarios del gobierno.

El director de la Fundación Gaia-Amazonas y quien en el año 2000 recibió el Premio Nobel Alternativo por sus esfuerzos en la creación de gobiernos locales entre los indígenas, quería explicar desde el aire en qué consistía exactamente el proyecto de conservación del Amazonas que venía rumiando de tiempo atrás.

Martín tiene muy claro que ahora que el cambio climático se ha convertido en una amenaza palpable y un acuerdo mundial para combatirlo debe sellarse tarde o temprano, los bosques van poco a poco cobrado un valor económico inusitado.

“Colombia tiene mucho que ofrecer cuando hablamos del Amazonas”, dice Martín mientras pasa hojas en una carpeta en la que guarda algunos mapas. Al fin encuentra lo que está buscando, un croquis del sur del país, y mientras desliza la mano por los departamentos del Amazonas, Vaupés, Guaviare y Caquetá dice: “el 50% de la amazonia colombiana corresponde a resguardos indígenas, eso es un área más grande que la gran Bretaña, y otro 10% son Parques Nacionales. Es decir, que casi un 60% de la Amazonía está bajo un manejo especial”.

Si hace cuatro décadas, cuando comenzó a trabajar en la conservación del Amazonas, debía desgastarse en largas conversaciones para explicar por qué valía la pena proteger este rincón verde del planeta, ahora va directo al grano, lo que interesa a muchos: el dinero que se puede generar en una economía de mercados verdes.

“Si hablamos de pago por servicios ambientales, digamos cinco dólares por hectárea, y tenemos aquí 30 millones de hectáreas, entre parques y territorios indígenas, estamos hablando de 150 millones de dólares al año”, es el az que Martin lanza para provocar entusiasmo en sus interlocutores. Aclara que un gran porcentaje de este dinero que pagarían países desarrollados no sería dinero líquido pero si llegaría en tecnología de punta que permitiría poner en marcha proyectos de desarrollo sostenible.

La propuesta

En concreto, la propuesta en la que trabaja la Fundación Gaia - Amazonas, el Fondo de Patrimonio Natural, también embajadas como la de Holanda, Estados Unidos, la Delegación Europea, y que ha sido recibida con optimismo en el gobierno, consiste en trabajar en cuatro frentes.

El primero de ellos es en el departamento del Amazonas, en torno al Parque Nacional Río Puré. Se trata de una zona muy conservada que permitiría captar dinero por pago de servicios ambientales. “Es un esquema que va mas por lado del príncipe Carlos de Inglaterra y organizaciones como Forest Canopy”, apunta Martín. Desde marzo de 2009, cuando el heredero de la corona británica propuso que los países ricos emitieran bonos para financiar la conservación de las selvas tropicales como la Amazonia se ha hecho más palpable esa posibilidad.

En segundo lugar, la propuesta contempla la ampliación del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete. En la actualidad el parque abarca 1.280.000 hectáreas. De echarse a andar la propuesta, el parque se ampliaría hasta abarcar cuatro millones de hectáreas. “En este caso, como existe una frontera de colonización por arriba y la deforestación por cultivos ilícitos, lo que haríamos es calcular cuanto evitaríamos de esa deforestación y podríamos recibir un pago por ello”, explica el director de la Fundación Gaia. Los recursos en este caso eventualmente llegarían a través de REDD, Programa de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques. En la pasada cumbre del clima en Copenhague, REDD fue uno de los pocos puntos en que estuvieron de acuerdo la mayoría de países. Desafortunadamente todo el acuerdo se fue al piso y el tema de REDD se tuvo que posponer.

Los otros dos frentes de trabajo corresponden al avance de la colinización desde el Caquetá y el Guaviare así como el problema de los cultivos ilícitos en torno a la Sierra de la Macarena. “Allí tendríamos que organizar a los colonos y estabilizarlos. Se podrían captar recursos de REDD para recuperar bosques en vez de evitar deforestación”, explicó Martín.

Estar preparados

El director de la Fundación Gaia- Amazonas fue testigo directo del fracaso de las negociaciones en Copenhague, de las que se espera entre otras cosas, la firma de un sistema de financiación para proteger los bosques como REDD. Eso habría sido un gran catalizador para convertir el cuidado de los bosques en un negocio rentable. “Tenemos que tener paciencia”, dice Martín, “el próximo año en México o en los siguientes cinco años va a formalizarse el proyecto REDD”. Confiesa que ya se le han acercado inversionistas internacionales interesados en invertir en los bosques y selvas colombianas.

“Lo que nos toca es preparnos”, apunta con convicción, “para preparnos existen varias tareas al frente”. Se refiere al complejo asunto de calcular el valor de los bosques en pie y que cuando se abran las negociaciones internacionales Colombia sepa cuáles son con claridad sus cartas.

Por otra parte, sólo hasta que se sepa con exactitud los beneficios que se pueden derivar de los bosques en pie se podrá contrarrestar el interés que se ha despertado por cuenta de la minería en la región.

“También debemos prepararnos para evitar que los recursos vayan todos al Estado. Estos territorios le pertenecen a los indígenas, pero ellos no son capaces de defender el territorio solos. Nos toca construir una gobernabilidad local, donde estén sentados los indígenas, el gobierno, pero con un plan a largo plazo de desarrollo satisfactorio”, explica el experto. Para él las cosas están claras: “Lo que tenemos es una selva que debemos defender entre todos“. Los indígenas tienen derecho a tener responsabilidad compartida, a beneficios económicos, a tomar decisiones”.

Pablo Correa EL ESPECTADOR

martes, 15 de diciembre de 2009

“Estamos con la profunda preocupación de una larga sequía”





El presidente Álvaro Uribe se trasladó a Copenhague, donde participará en la Cumbre del Cambio climático.

Uno de los salones donde se lleva a cabo la Convención del Cambio Climático, en Copenhague (Dinamarca).



De acuerdo con el presidente Álvaro Uribe, “Colombia ha sustraído del comercio, por razones ambientales, el 40 por ciento del territorio. El 52 por ciento de nuestro territorio está en selva. Mantener esta selva, protegerla, es nuestro gran compromiso en materia de contribución para evitar los efectos desastrosos del cambio climático”.

“Colombia tiene casi un 11 por ciento de su territorio en reservas. Esta es una gran carta de presentación ante la comunidad ambiental del mundo. Estamos haciendo una inversión enorme, a través de Ecopetrol, para actualizar nuestras refinerías y reducir de manera esencial las partículas de azufre en la gasolina. Un altísimo porcentaje de la energía que genera nuestra Patria es energía hidroeléctrica. El mundo puede tener la certeza de que nuestro avance en biocombustibles tiene dos restricciones: no puede ser a expensas de la seguridad alimentaria ni se puede destruir un milímetro cuadrado de selva”, agregó el Jefe de Estado.

El mandatario también se refirió a los esfuerzos de Colombia por reducir las emisiones a través de la construcción de obras de transporte masivo. “Colombia está construyendo sistemas de transporte masivo en nueve ciudades. Ir haciendo el tránsito del transporte individual al transporte masivo es fundamental para reducir emisiones. Y tenemos otras ciudades que están empezando, con el apoyo del Gobierno en un 70 por ciento”.

Esta es la alocución del presidente Álvaro Uribe Vélez sobre la Convención del Cambio Climático en Copenhague:

“Compatriotas: la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague está obligada a darle una respuesta seria a las nuevas generaciones del planeta.

Nuestro país es un país que ha sido cuidadoso en el tema. Poco daño hace, se perjudica muchísimo, realiza un programa ambiental esforzado, y además está dispuesto a nuevas tareas. Colombia, por cada punto del Producto, produce 250 toneladas de emisiones; en América del Sur, 280; en el mundo el promedio es superior a 400 toneladas de emisiones por cada punto del Producto.

En nuestra Patria nos podemos perjudicar enormemente, ya lo advertimos, con el cambio climático. En los últimos años hemos sufrido severos inviernos, inundaciones gravísimas, y ahora estamos con la profunda preocupación de una larga sequía.

Nosotros tenemos grandes riesgos en la Colombia insular, en nuestras costas, en nuestros picos nevados; grandes riesgos en nuestra agricultura. Poco contribuimos a las emisiones, comparativamente. Mientras le aportamos al Producto del mundo el 0,5 por ciento, a las emisiones le aportamos menos: el 0,37. Pero mucho, mucho, nos perjudicamos.

Colombia ha sustraído del comercio, por razones ambientales, el 40 por ciento del territorio. El 52 por ciento de nuestro territorio está en selva. Mantener esta selva, protegerla, es nuestro gran compromiso en materia de contribución para evitar los efectos desastrosos del cambio climático.

Hemos avanzado en temas como Familias Guardabosques, a fin de enfrentar el gran enemigo de la selva que es el narcotráfico. En este Gobierno han sido vinculadas 90 mil familias, compatriotas rurales, que anteriormente estaban en el narcotráfico y han sido vinculados como Familias Guardabosques. Asumen el compromiso de mantener unas áreas libres de droga; al mismo tiempo de supervisar la recuperación de la selva destruida. Son supervisados por Naciones Unidas, y el Estado colombiano les hace un pago. Vamos a presentar este programa como un programa bien importante para ser masificado, a fin de proteger la selva en todo el planeta.

Gobiernos anteriores caminaron por el buen derrotero de entregar cantidades muy importantes de nuestra tierra a comunidades indígenas. Este Gobierno lo ha continuado; también a comunidades de compatriotas afrocolombianas. Ellos protegen bien la selva, protegen bien los nacimientos de agua, son celosos en materia de protección de los recursos naturales.

Colombia tiene casi un 11 por ciento de su territorio en reservas. Esta es una gran carta de presentación ante la comunidad ambiental del mundo. Estamos haciendo una inversión enorme, a través de Ecopetrol, para actualizar nuestras refinerías y reducir de manera esencial las partículas de azufre en la gasolina. Un altísimo porcentaje de la energía que genera nuestra Patria es energía hidroeléctrica. El mundo puede tener la certeza de que nuestro avance en biocombustibles tiene dos restricciones: no puede ser a expensas de la seguridad alimentaria ni se puede destruir un milímetro cuadrado de selva.

Colombia está construyendo sistemas de transporte masivo en nueve ciudades. Ir haciendo el tránsito del transporte individual al transporte masivo, es fundamental para reducir emisiones. Y tenemos otras ciudades que están empezando, con el apoyo del Gobierno en un 70 por ciento.

Y si a eso sumamos aquellas que están hoy en la parte de elaboración de sus proyectos, podríamos decir que, además de las nueve ciudades que construyen sistemas de transporte masivo, hay otras diez ciudades que están empezando con el tema.

La Sierra Nevada de Santa Marta, para citar uno de nuestros santuarios ambientales, estaba controlada por la coca, la guerrilla narcotraficante, el paramilitarismo narcotraficante. Hoy se ha recuperado bastante.

Nos habíamos comprometido a construir nueve pueblos para las comunidades indígenas, a fin de que nuestros compatriotas indígenas de la Sierra puedan asumir con calidad de vida todo lo que es la tutela ambiental de nuestra Sierra Nevada. De los nueve pueblos, ya hemos construido siete.

Colombia ha hecho un gran esfuerzo, pero le vamos a pedir al mundo que el esfuerzo de todos tiene que ser superior. Quien pide, tiene que aportar. Nosotros estamos dispuestos a hacer nuestro aporte. Este es un tema no ya de cuantía menor; este es un tema de saber qué planeta se le va a legar a las nuevas generaciones.

Por eso los países desarrollados tienen que hacer el mayor esfuerzo en materia de reducción de emisiones. Y nosotros estamos dispuestos a apoyar ese tema, y también estamos dispuestos a no quedarnos atrás en materia de superiores esfuerzos. Buenas noches”.
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domingo, 6 de diciembre de 2009

Indígenas de todo el mundo divulgan vídeos sobre el cambio climático



Grupos de indígenas divulgaron una serie de vídeos donde reflejan los problemas que causan el cambio climático.








Grupos de indígenas de todo el mundo divulgaron una serie de vídeos creados por comunidades de países en vías de desarrollo en donde reflejan los problemas existenciales que, a su juicio, les está causando el cambio climático.

Las grabaciones, que conforman una colección titulada "Conversaciones con la Tierra", se hicieron con la ayuda de la organización no gubernamental californiana Christensen Foundation.

El grupo distribuyó en siete comunidades de Suramérica, África, Asia y Oceanía cámaras de vídeo, equipos informáticos y otros materiales para su producción.

Por su parte, Nick Lunch, director de la ONG InsightShare, explicó a Efe que esa experiencia es ahora "una poderosa herramienta con la que las comunidades de todo el mundo han expresado los problemas y preocupaciones que les origina el cambio climático".

Añadió que el proyecto, que se presenta en el marco de la conferencia contra el cambio climático de la ONU de Copenhague, comenzará la semana que viene, también ha servido como "un proceso educativo y para aumentar la conciencia de la comunidades".

Estos pueblos indígenas tienden a culparse por los cambios medioambientales, como las sequías o la desaparición del hielo, o a interpretarlos como un "castigo" de la Tierra "por abandonar sus formas tradicionales de vida", observó Lunch.

Pero "Conversaciones con la Tierra", continuó, ha ayudado a pueblos indígenas de Samoa, Guinea Nueva Papúa, Alaska, Perú, Panamá, Kenia, Camerún y Filipinas a entender que sus problemas ni son únicos ni están provocados por sus acciones sino por las de los países industrializados.

Francisca Angélica Canchumani Ricse, una chamán quechua de la localidad peruana de Cochas, en Huancayo, explicó a Efe cómo en los Andes peruanos el hielo está desapareciendo paulatinamente, lo que, a su vez, está causando escasez de alimentos.

"Mis abuelos me decían que el hielo es la vida. Pero el ambiente está secándose en las montañas de Cochas. Todo está ensuciado con plásticos, lleno de basura. No hay comida", declaró Canchumani Ricse en entrevista telefónica desde Copenhague, a donde viajó con otros indígenas que participaron en la creación de los vídeos.

Su hija, Irma, recibió capacitación en la producción y edición de vídeos a través de computadoras portátiles gracias a la ayuda de InsightShare y, ahora, ella enseña a otros miembros de su comunidad a usar esa tecnología.

"Las cámaras eran para que reflejasen los efectos del cambio climático en sus comunidades. Ahora están utilizando los equipos para documentar sus tradiciones" señaló Lunch.

En Camerún, por ejemplo, los propios indígenas se han trasladado a lugares remotos para documentar en vídeo, y así preservar, las distintas expresiones y tradiciones culturales, puntualizó el activista.


EFE CANALCLIMA.com
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El turno de Copenhague


El Espectador presenta, a partir de este domingo y hasta el 18 de diciembre, una completa cobertura de las negociaciones que se llevarán a cabo en la capital de Dinamarca en pro de un nuevo acuerdo mundial frente al calentamiento global.

Los bomberos luchan contra las llamas en el distrito industrial de Mangoula, 30 kilómetros al oeste de Atenas, Grecia.


¿Hay científicos que niegan la existencia del cambio climático? ¿Qué es el efecto invernadero? ¿Ya se ven y se sienten los efectos del calentamiento global? ¿Cuáles van a ser los impactos en el futuro? ¿Cómo se verá afectada Colombia?

El ex ministro Manuel Rodríguez Becerra, junto con Henry Mance, se dieron a la tarea de responder estas y otras preguntas en el libro Cambio climático: lo que está en juego, que fue presentado esta semana. Se trata de una guía útil y didáctica que permite entender en profundidad un fenómeno que afectará la vida de toda la humanidad a lo largo del siglo XXI.

A partir del lunes los lectores de El Espectador encontrarán en la página web www.elespectador.com, así como en el periódico impreso, reportes de nuestro enviado especial Pablo Correa a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague (Dinamaraca). Líderes de 192 países buscarán un nuevo acuerdo para evitar que la temperatura del planeta supere los dos grados centígrados, umbral que para los científicos marca el límite entre un planeta sostenible y el comienzo de una catástrofe global.

¿Qué tan seguros estamos del fenómeno del cambio climático?

Una evidencia científica internacional abrumadora señala que desde 1750 el planeta está experimentando un calentamiento neto, y que durante el presente siglo continuará calentándose como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular las procedentes del consumo de petróleo y carbón. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, la temperatura del planeta aumentó 0,74ºC en el período 1906-2005. Si continuamos en el camino actual, el incremento adicional podría estar entre 1,1 y 6,4ºC.

¿Qué es el efecto invernadero y cuáles sus consecuencias?

Casi la mitad de la radiación solar que llega a nuestra atmósfera penetra la superficie de la Tierra, mientras el resto es reflejada y devuelta al espacio. La energía solar que alcanza la Tierra calienta el suelo y los océanos, que a su vez liberan calor en forma de radiación infrarroja. Los gases de efecto invernadero, provenientes principalmente de la quema de combustibles fósiles y la deforestación, impiden que parte de esa radiación producida por la Tierra regrese al espacio. El efecto de esto es el calentamiento de la superficie del planeta.

¿Cuáles son las fuentes humanas de los gases de efecto invernadero?

Las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso han aumentado considerablemente desde mediados del siglo XVIII, época del inicio de la Revolución Industrial. El CO2 es el gas que más ha impactado el calentamiento global y se produce por el consumo de combustibles fósiles y la deforestación. El metano se genera por actividades agropecuarias, como el cultivo de arroz (descomposición de las aguas de inundación) y la cría de ganado (la descomposición de las heces). El óxido nitroso se deriva del uso de agroquímicos.

¿Hay científicos que niegan la existencia del cambio climático?

US Competitive Enterprise Institute, The Advancement of Sound Science Coalition, George C. Marshall Institute son algunas de las instituciones que niegan el calentamiento global. Sin embargo, la revista Science analizó toda la literatura sobre el cambio climático entre 1993 y 2003 en las publicaciones más importantes y no se encontró uno sólo, entre los más de 900 libros revisados, que respaldara a los escépticos.

¿Quién apoya a los escépticos?

Entre 1998 y 2005, 43 organizaciones recibieron US$16 millones de Exxon Mobil, la petrolera más grande del mundo, con el fin de que controvirtieran y desprestigiaran los hallazgos científicos sobre el calentamiento global. En 2006, The Union of Concerned Scientists acusó a Exxon Mobil de desarrollar las mismas tácticas utilizadas por la industria del tabaco para refutar el vínculo del cigarrillo con el cáncer de pulmón.

¿Ya se ven y se sienten los efectos?

Sí. En 2003, cerca de 35.000 europeos, la mayoría de Francia, España e Italia, fallecieron como consecuencia de una ola de calor que agravó enfermedades ya existentes. Según la Organización Mundial de la Salud, el cambio climático causa aproximadamente 150.000 muertes por año. El aumento de la intensidad de los huracanes, los períodos extremos de sequía o lluvias torrenciales forman parte también de los diferentes impactos que estamos viviendo cotidianamente y que podrían llegar a la extinción masiva de las especies.

¿Cuáles son las amenazas para Colombia?

Zonas de la región Andina recibirán hasta 30% menos de lluvia, lo cual producirá escasez de agua. Se afectaría la capacidad hidroeléctrica nacional, obligando a diversificar fuentes de energía. Se esperan más eventos extremos. Entre 1998 y 2007 se registraron 3.809 inundaciones, que afectaron 27 departamentos. San Andrés perdería el 17% de su territorio y la Costa colombiana cerca de 500.000 hectáreas. Podríamos ver un aumento en los casos de malaria y dengue. El 78% de los picos nevados desaparecerán. Disminuirían entre 1 y 3% los suelos para cultivos.

¿Es demasiado tarde para hacer algo?

No. Aun cuando se ha perdido tiempo en enfrentar el cambio climático, todavía se puede evitar una catástrofe y transformar la economía en una de bajo impacto.

¿Ya contamos con la tecnología para reducir las emisiones requeridas?

Sí. La humanidad ya posee el conocimiento científico y técnico, así como el know how industrial para satisfacer las necesidades energéticas del mundo en los próximos 50 años. Dos científicos de la Universidad de Princeton propusieron 15 estrategias para tener un mundo menos contaminante. Estas son algunas: aumentar la eficacia de los carros, reemplazar termoeléctricas por plantas a gas, triplicar la energía nuclear, aumentar 50 veces la energía eólica, aumentar 700 veces la energía solar, capturar y almacenar el CO2 en plantas de hidrógeno, producir hidrógeno para carros, incrementar la producción de etanol 50 veces y eliminar la deforestación.

¿Cuánto costaría frenar el cambio climático?

Según el Informe Stern costaría 1% del PIB Global. Esto significa US$1.000 millones. El costo de no hacer nada ascendería a 5% del PIB Global.

¿Qué se espera de Copenhague?

Hay incertidumbre sobre si el acuerdo referente a la reducción de emisiones será en términos legales una extensión del Protocolo de Kyoto (firmado en 1997) o se forjará un nuevo pacto. Lo cierto es que los países intentarán definir una meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el apoyo financiero que recibirían para mitigar las consecuencias del cambio climático, si habrá o no un fondo global para la adaptación, cómo se dará la transferencia de tecnologías limpias y mecanismos para proteger los bosques.

Los negociadores colombianos

El pasado jueves, el ministro de Ambiente, Carlos Costa, explicó la posición de Colombia en las negociaciones de cambio climático. Costa dijo que el país contribuye sólo con el 0,37% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pues cuenta con un sistema energético relativamente limpio ya que el 75% de la energía del país proviene de hidroeléctricas.

“Colombia se compromete a no ‘carbonizar’ su economía y a proteger la Amazonia, labor por la que es reconocida a nivel internacional gracias a su visión clara y de largo plazo en materia de conservación. Igualmente, se compromete a reducir emisiones con apoyo financiero procedente de fuentes multilaterales, bilaterales y propias”, aseguró Costa.

¿Convencerán a EE.UU.?

Estados Unidos es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, pero se negó a ratificar el Protocolo de Kyoto en 1997. Desde entonces la comunidad mundial lo ha presionado para que se comprometa a combatir el cambio climático, pues ningún esfuerzo será suficiente hasta que el país del norte se sume a los acuerdos.

La semana pasada la administración de Obama anunció que podría reducir las emisiones el 17% para el año 2020 frente a los niveles de 2005. Aunque se trata de un progreso, muchos líderes mundiales siguen considerando que la posición de EE.UU. es muy tibia. En contraste, Europa ha dicho que podría reducirlas entre 25 y 30%.
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jueves, 3 de diciembre de 2009

Cerebros reprogramados






El “aprendizaje científico”, en el que se aplican los conocimientos de la neurología en la educación, ha beneficiado a más de dos millones de niños en 40 países.

Ian Creese es psicólogo de la Universidad de Cambridge. En la actualidad es investigador de la U. de Rutgers.



Perro viejo no aprende trucos nuevos. Eso decían los abuelos y esa fue la idea que defendieron a lo largo del siglo XX buena parte de los psicólogos y neurólogos. En todos los libros de medicina se planteaba que las personas nacían con un número determinado de neuronas que a lo largo de la vida iban muriendo.

Mientras saborea la segunda taza de café colombiano, el neuropsicólogo Ian Creese dice que por suerte las cosas comenzaron a cambiar hacia los años 70. Por aquella época, cuando él adelantaba un doctorado en la Universidad de Cambridge, aparecieron las primeras pruebas de que el cerebro era un órgano bastante más maleable y dinámico de lo que se creía.

Aunque los estudios de Creese se enfocaban en los neurotransmisores, sustancias químicas que sirven de mensajeras entre las neuronas y su papel en enfermedades como la esquizofrenia, seguía muy de cerca los avances en otras áreas de la neurología. Por ejemplo, estaba al tanto de lo que sucedía en la Universidad de California, donde Michael Merzenich, quien había inventado el implante coclear, dedicaba sus energías a demostrar cómo cambiaba el cerebro cada vez que aprendía una nueva tarea.


Tampoco era ajeno a lo que en la misma Universidad de Cambridge investigaba Paula Tallal. La joven estudiante de psicología experimental, y que con los años se convertiría en su esposa, comprobaba que los problemas de aprendizaje de muchos niños estaban relacionados no con una menor capacidad mental sino con un problema auditivo. Tallal desarrolló con ayuda de un sintetizador de sonidos un método para mejorar las habilidades lingüísticas de los pequeños.

En una conferencia en 1993, en la que coincidieron Paula Tallal, Michael Merzenich y otro neurocientífico, Bill Jenkins, surgió la idea de crear un software para entrenar cerebros. El programa se bautizó Circus Sequence. La motivación no era otra que poner al servicio de la educación los nuevos conocimientos sobre el cerebro que surgían en los laboratorios. Más adelante crearían la empresa Scientific Learning.


Tras los primeros experimentos con niños en la Universidad de Rutgers salieron a flote las ventajas. Cuando los resultados se socializaron en la revista Science en 1995 y el New York Times publicó una reseña del trabajo de estos investigadores, los teléfonos de la Universidad de Rutgers colapsaron. Más de 20.000 personas llamaron solicitando información.


Ian Creese, quien no abandona sus investigaciones en enfermedades mentales, esquizofrenia y Alzheimer, comparte con su esposa Tallal el interés por aplicar nuevos conocimientos de las neurociencias a los salones de clase. Esta semana visitó Bogotá invitado por la empresa Brain Fitters y dictó una conferencia sobre “aprendizaje científico” en el Colegio Nueva Granada.

¿Qué descubrimientos en neurología podrían ayudar a los maestros a mejorar la enseñanza?

Enfatizaría en tres cosas. Primero, que ahora entendemos mejor el desarrollo normal del cerebro en los niños. Sabemos que hasta los últimos años de la adolescencia, hasta los 21 ó 22, el cerebro está continuamente madurando. Que la corteza prefrontal responsable de tareas como tomar decisiones es muy inmadura hasta esa época. La segunda área importante es entender la plasticidad del cerebro, qué tanto puede cambiar. Creo que la gente no aprecia los cambios que se pueden producir. Los humanos podemos construir nuevas memorias toda la vida y aprender nuevas tareas. Se ha demostrado que en ciertas áreas del cerebro se forman nuevas neuronas y muchas cosas pueden afectar ese proceso, sobre todo el estrés. La tercera cosa es que se debe controlar el nivel de dificultad de la tarea según el individuo.

¿Pero cómo aplicar eso a la enseñanza?


Para aprender una nueva tarea es importante repetirla una vez tras otra, recibir retroalimentación cuando se hace bien y medir el nivel de dificultad según cada persona, en otras palabras, individualizar la educación.

¿A qué se refiere con la neuroplasticidad?

Es la capacidad de adaptación. En el cerebro tenemos zonas especializadas en distintas tareas, pero sabemos, por ejemplo, que si uno queda ciego, parte de la corteza visual puede comenzar a asumir tareas de la corteza auditiva. Esto significa que si un niño tiene problemas con la lectura podemos aprovechar esa neuroplasticidad para ayudarlo.

¿Se pueden reprogramar los cerebros de los niños con dificultades de aprendizaje?

La cuestión es que la mayoría de niños con dificultades de lectura tienen un problema no con la visión sino con la decodificación de los sonidos. Puedes utilizar sintetizadores de sonidos para que los niños aprendan a distinguir gradualmente un sonido de otro.


Hoy se habla mucho de la educación en la primera infancia. ¿Por qué es tan importante?

Un bebé empieza con nada y al año ya ha aprendido un número de palabras en su idioma materno. Estamos comenzando a entender cómo lo hacen. Por ejemplo, en español hay sonidos que no tenemos en inglés. La b y la p son diferentes. Cuando un bebé nace tiene la posibilidad de discriminar todos los sonidos, pero durante los primeros meses restringe lo que puede escuchar. Se refuerzan unos sonidos y va perdiendo la posibilidad de distinguir otros.


¿Cree que los fármacos para potenciar habilidades cerebrales son un camino seguro?


Creo que ensayaremos muchas cosas y mostrarán beneficios. Pero todas las drogas tienen efectos adversos porque ninguna es específica. Todos los neurotransmisores son compartidos por diferentes áreas, así que si necesitas mejorar un área vas a influir en otras.


¿En el éxito académico qué porcentaje se debe a genética, a cultura y a la educación?

La respuesta es que cualquiera se puede beneficiar de un buen ambiente sin importar su genética. El ambiente es determinante para que cada uno desarrolle sus mejores habilidades. Y para hacer eso debes individualizar la enseñanza. Eso es lo más importante. Diría que porque no optimizamos los escenarios de aprendizaje no llevamos a los estudiantes a su máximo potencial.

Más allá de los logros académicos muchos problemas se relacionan con la educación emocional...

Es un tema muy crítico. Porque si un estudiante no tiene un buen desempeño, se deprime, se avergüenza. En las prisiones para adolescentes más del 50% tienen problemas de aprendizaje que podrían ser tratados para evitar consecuencias en su comportamiento.

¿Quiere decir que la competencia entre estudiantes no es buena?

El conocimiento se construye por pequeños pasos. Recompensar hacia el final del año escolar incrementa la motivación, pero no refuerza el proceso de aprendizaje de cada persona.

Pero individualizar la educación es muy costoso.

El aprendizaje científico (scientific learning) es caro pero puede imaginar que en el futuro, cuando se desarrollen más los programas, se podrá optimizar. Y serán más económicos y disponibles por internet.

¿Cómo le va en exámenes a los estudiantes que tienen el método?

Cerca de dos millones de niños lo han usado en 6.000 escuelas y se han visto los beneficios en diferentes estudios.

¿Qué es exactamente lo que se aprenden con ‘scientific learning’?

Hay muchos programas. Toda una serie. Uno se enfoca en los procesos del área temporal del cerebro, para discriminar los sonidos y aumentar el nivel para detectar ciertas frecuencias. Hay una serie para formar el cerebro en diferentes etapas. Unos sirven para desarrollar una segunda lengua. Todos usan los mismos principios de repetición, adaptación individual, refuerzo y gratificación.

La gente suele decir que usamos sólo el 5% de nuestro cerebro. ¿Hay algo de verdad en esta afirmación?

(Risas) Usamos todo el cerebro todo el tiempo.

¿Qué tanto sabemos del cerebro?

Cuanto más aprendemos más cuenta nos damos de lo poco que sabemos. Diría que toda la próxima generación de neurocientíficos tendrá trabajo.

Si tuviera en sus manos el cerebro de Albert Einstein, ¿qué cree que hallaría?

Nunca encontraríamos nada distinto porque las conexiones entre las neuronas, que se ven tan estáticas en los libros, en realidad son dinámicas. La complejidad de esas interacciones es enorme.

Pablo Correa EL ESPECTADOR

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Centrales eléctricas virtuales



Permitirían aprovechar mejor las energías renovables y su generalización entre los consumidores.



Las energías renovables crecen año tras año como alternativa ecológica a los combustibles fósiles y para hacer frente al cambio climático. Pero hay un elemento poco conocido que podría detener su progreso: las redes eléctricas no están preparadas para aprovecharlas al máximo.

Una posible solución, de sencilla aplicación tecnológica, podría llegar con las denominadas "centrales eléctricas virtuales". Diversas empresas y centros de investigación internacionales, entre ellos varios españoles, trabajan en su desarrollo.El concepto de Central Eléctrica Virtual (VPP) consiste en integrar las fuentes de energía distribuida en la red eléctrica.

La agregación permite que estos recursos se puedan utilizar de forma semejante a una planta convencional de generación de energía. La diferencia radica en que la planta virtual hace operar a esas instalaciones de manera optimizada para obtener un beneficio, tanto económico como técnico, adicional.

El sistema podría aunar la generación eléctrica de centrales de cogeneración, estaciones de aerogeneradores o instalaciones solares para que funcionen como una sola central.

Las ventajas económicas y ecológicas son considerables: se gana en eficiencia (no se desperdicia tanta energía como si estas instalaciones se utilizaran por separado) y se aporta flexibilidad a la operación del sistema.Los consumidores también podrían beneficiarse de esta tecnología.

La ley obliga a las empresas eléctricas a comprar la energía producida en las instalaciones renovables domésticas.Sin embargo, una red eléctrica poco flexible podría limitar el número de productores potenciales entre los consumidores.

Las Centrales Eléctricas Virtuales podrían contribuir a la integración de las energías renovables en la red eléctrica. De esta forma, se permitiría incrementar el número de consumidores capaces de producir energía renovable en los próximos años.Las centrales eléctricas virtuales tienen además otras ventajas.


La disponibilidad de información en tiempo real de medidas de tensión, corriente, potencia, etc. incrementa la resolución de diversas herramientas y aplicaciones de los despachos de control. En caso de producirse una sobrecarga, cortes de suministro u otra situación que deje a los equipos fuera de rango, proporciona un instrumento de control más para solventar o mitigar el problema.

En cuanto a sus inconvenientes, una VPP implica que todos sus elementos tienen que adaptarse y cambiar las prácticas en uso por otras. Por un lado, los operadores de la red de distribución y transporte tienen que integrar al agregador (nuevo agente encargado de gestionar los diversos recursos de generación e, incluso, de consumo) dentro de sus relaciones y procesos, ya que se constituye como un proveedor más de servicios.Para el distribuidor es un cambio muy importante, porque deja de operar redes pasivas y pasa a gestionar redes de distribución eléctrica activas.

Por otro lado, hasta ahora, las instalaciones industriales con cogeneración operan de manera independiente ligadas a un proceso industrial. La producción de energía eléctrica es un subproducto que les reporta ingresos, pero no es su negocio principal. Este hecho dificulta un cambio de filosofía de gestión.

El coste de la inversión necesaria para la puesta en marcha de este sistema dependería del alcance, del tipo de control y del número de equipos. En la mayor parte de los casos sólo sería necesario un sencillo y barato equipo de comunicaciones, debido a que los elementos de control ya se encuentran disponibles en las instalaciones de generación.


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